Anticoncepción

Mecanismos para el autocontrol de la concepción

Llamamos métodos anticonceptivos a un conjunto de técnicas que reducen las posibilidades de embarazo, permitiéndonos tomar decisiones sobre el control de la natalidad o la planificación de la concepción.

Los diferentes métodos son de naturalezas muy diversas, pero no debemos perder de vista que es el método el que debe adaptarse a la situación del o la paciente, y no al revés.

¿Para quién están indicados?

Para cualquier persona sexualmente activa que desee controlar sus posibilidades de embarazo.

¿Qué tipos de métodos existen? ¿Cuál es el mejor para mí?

• Anticonceptivos hormonales, como la píldora, el anillo vaginal o los parches. Reducen la probabilidad de concepción utilizando hormonas. Requieren que la paciente los ingiera, los aplique o los coloque. La dosis de hormonas que contiene es muy baja, por lo que los efectos secundarios se han reducido mucho.
• El DIU Mirena. Es un caso especial, ya que se trata de un DIU con hormonas. Está recomendado para mujeres con reglas muy abundantes que hacen perder mucha sangre o mujeres que se acercan a la fase de menopausia y presentan ciclos irregulares. Este método puede llegar a hacer que desaparezca la regla, lo que, en algunos casos, es lo que se busca.
• Anticonceptivos de barrera, como el preservativo o el diafragma. Evitan físicamente el contacto entre los espermatozoides y el óvulo. Hoy día, el preservativo es el único método anticonceptivo que también previene las enfermedades de transmisión sexual, además de ser uno de los más efectivos. El diafragma ya apenas se utiliza.
• DIU’s. Son pequeños dispositivos que se introducen en el útero con la doble función de dificultar el contacto con el óvulo y ralentizar o eliminar el movimiento de los espermatozoides por la reacción con el cobre del que están recubiertos. En algunos casos, alarga los días de regla, pero tiene la comodidad de no tener que tomar nada ni hacerse más de una revisión al año. Su duración es de 4 a 5 años.
• Métodos quirúrgicos, como la vasectomía o la ligadura de trompas. Consisten en interrumpir de manera definitiva e irreversible las formas naturales de contacto entre espermatozoides y óvulo. Requieren el paso por el quirófano.