Histerosalpingografía
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Una prueba esencial para determinar posibles problemas de fertilidad
Uno de los primeros datos que debemos conocer cuando se sospecha que existen problemas para que una mujer quede embaraza es el estado de su útero y de sus trompas de Falopio.
Por un lado, debemos conocer si los conductos por los que deben pasar los espermatozoides se encuentran accesibles y despejados, y por otro, si el útero es receptivo para la implantación del embrión.
La Histerosalpingografía es una prueba extremadamente útil para ofrecernos información sobre estos dos extremos.
Para ello se inundan la cavidad uterina y las trompas de Falopio con un líquido de contraste, y se realiza un tipo especial de radiografía en tiempo real llamado fluoroscopia.
En algunas ocasiones, en los que existe una obstrucción leve, el propio paso del líquido de contraste puede utilizarse para abrir las trompas y permitir así futuros embarazos.
¿En qué casos se recomienda esta prueba?
- Es una prueba esencial en los estudios de posible esterilidad femenina.
- En casos de abortos espontáneos.
- En mujeres con alteraciones menstruales, dolor o tumores pélvicos o malformaciones congénitas.
- Tras una ligadura de trompas, para comprobar el éxito de la intervención.
- Esta prueba no debe realizarse nunca si la mujer está embarazada.
- Tampoco en caso de infección genital o sangrado vaginal.
¿Cómo es la prueba?
La prueba es relativamente breve y muy sencilla, si bien resulta algo molesta para muchas mujeres.
No es necesario acudir en ayunas, pero es recomendable no ingerir alimentos en las horas previas.
La paciente se coloca en la mesa de examen ginecológica, como en una revisión habitual.
El o la ginecóloga introducirá un catéter en la vagina y colocará a la paciente bajo la cámara fluoroscópica.
A continuación, se inyectará el líquido de contraste en el catéter mientras se van tomando imágenes.
El proceso puede durar entre 20 y 30 minutos.
Durante la realización de la prueba, es posible sentir un leve dolor abdominal. Estas molestias desaparecen cuando se deja de introducir el líquido.