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¿Por qué es importante ir al ginecólogo?
El ginecólogo es el experto en la salud y el cuerpo de la mujer. Conoce los cuidados necesarios a lo largo de su vida, y tiene la posibilidad de detectar enfermedades que van más allá de su especialidad.
Seamos realistas. A nadie le gusta ir al médico. Es una de esas cosas que siempre postergamos y muchas veces, lo hacemos cuando ya no hay más remedio. Más si se trata de ir al ginecólogo. Por eso es importante concienciarnos y saber que visitar al ginecólogo, puede ser vital en muchas ocasiones.
Creemos que al ginecólogo se va cuando se está embarazada o se tiene una vida sexual activa. Pero lo recomendable es acudir al menos una vez al año para hacerse una revisión general. No hay que esperar a tener síntomas, ya que muchas de las enfermedades a tratar por el ginecólogo son absolutamente asintomáticas.
Prevenir mejor que tratar.
El ginecólogo es el experto en la salud y el cuerpo de la mujer. Conoce los cuidados necesarios a lo largo de su vida, y tiene la posibilidad de detectar enfermedades que van más allá de su especialidad.
Por eso visitarlo es esencial para prevenirlas, y en el caso de que éstas ya estén instaladas, lograr tratarlas a tiempo. El diagnóstico precoz es fundamental para la curación de muchas enfermedades.
Qué conlleva una revisión ginecológica de rutina.
Normalmente una revisión ginecológica completa cuenta con una historia clínica detallada, una ecografía vaginal y una citología.
Esta última, es una prueba indolora que busca descartar lesiones provocadas por el virus del papiloma humano que, de no tratarse, pueden derivar en un cáncer. Habitualmente esta prueba se realiza anualmente mediante un frotis vaginal, pero la tendencia dependiendo de las características de la paciente, es realizarla cada tres años manteniendo la muestra en medio líquido; lo que se denomina citología líquida. Será el ginecólogo quien recomiende qué tipo de citología debe hacerse en cada caso.
En ocasiones la revisión se completará con una mamografía y/o con una ecografía de mama. También en este caso será el especialista quien advierta de la necesidad de realizar o no esta prueba.
En cada etapa, una inquietud.
Las preocupaciones de la mujer, al igual que su organismo, van cambiando a medida que cumple años.
Podríamos clasificar las dudas ginecológicas más consultadas por edades de la siguiente manera:
Entre los 18 y 30 años:
- Métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual.
Entre los 30 y los 40 años:
- Planificación familiar.
- Embarazo y parto.
- Reproducción asistida.
- Primeras revisiones de mama en los casos que se precise.
Entre los 40 y 50 años:
- Revisiones para prevención de cánceres de mama y ginecológicos.
- Primeros síntomas de la menopausia.
A partir de los 50 años:
- Tratamientos hormonales para la menopausia.
- Revisiones para prevención de cánceres de mama y ginecológicos.
- Prevención y diagnóstico de osteoporosis
Por mucho que digan que una manzana al día aleja al médico de casa, nuestra recomendación desde la Clínica Zuatzu es que una visita al ginecólogo al año, te acerca a una vida más sana y sin sustos.