Seguimiento después de cáncer de mama
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¿Qué debemos hacer cuando la enfermedad ya ha pasado?
Gracias al diagnóstico precoz y a los avances de la investigación, estamos consiguiendo reducir el impacto sobre la calidad de vida de las pacientes y aumentar la supervivencia.
Pero aunque la enfermedad pase no podemos bajar la guardia, y necesitamos mantener una vigilancia periódica y atenta. Por eso se mantiene un calendario de revisiones periódicas.
Las revisiones periódicas son necesarias para confirmar el estado de la mujer, seguir y controlar los efectos secundarios del tratamiento, y, si reapareciera la enfermedad, para poner en marcha un nuevo tratamiento lo más rápido posible.
Las revisiones son parte de este proceso de vuelta a la normalidad. En la mayoría de los casos serán para confirmar que todo continúa bien. Aun así, es normal que unos días antes te sientas más preocupada o intranquila.
Tu médico establecerá el tiempo que debe pasar entre cada revisión, así como las pruebas que serán necesarias para tu caso específico.
¿Cada cuánto tiempo son las revisiones?
El riesgo de reaparición de la enfermedad disminuye con el paso del tiempo.
Durante los dos o tres primeros años es aconsejable realizar revisiones cada tres o cuatro meses.
Durante el cuarto y quinto año las revisiones pueden espaciarse algo más y se realizan cada seis meses.
A partir de quinto año, las revisiones se pueden hacer anualmente.
¿Qué pruebas me tengo que realizar?
El protocolo de seguimiento puede variar en función del estadio inicial del tumor, pero habitualmente suele contemplar:
- Durante los 2 - 3 primeros años
Se realiza una exploración clínica exhaustiva, análisis de sangre y radiografía de tórax.
Una vez al año, se solicita mamografía de la mama sana y revisión ginecológica (sobre todo si la paciente recibe tratamiento hormonal). - En el 4º y 5º año
Se realizan las mismas pruebas que en el caso anterior. - A partir del 5º año
Es aconsejable realizar un examen físico, analítica y mamografía.
Tu médico determinará las pruebas complementarias más aconsejables según su estado clínico y exploración física.
Es importante que comuniques inmediatamente a tu médico, tanto en las revisiones como en cualquier otro momento, cualquier síntoma que notes. El médico determinará la necesidad de solicitarte más pruebas.
Recomendaciones
Cuando todo ha terminado, la cita de seguimiento médico es un momento de tensión que puede interrumpir la normalidad que poco a poco habías alcanzado. La ansiedad, los recuerdos y los miedos dormidos se “despiertan”, y el fantasma de la recaída puede volver a estar presente.
Estas reacciones son normales y se suelen disipar una vez recibidos los resultados, aunque en muchos casos siempre existe un “poso” de ansiedad y preocupación con el que tendrás que aprender a convivir.
Si las pruebas realizadas detectan alguna anormalidad, es comprensible que persista el miedo y la ansiedad. En cualquier caso, y dado que hoy día cada vez los resultados de los tratamientos del cáncer de mama son mejores, tenemos muchos motivos para ser optimistas.
De cara al momento de la revisión, te recomendamos:
- Sigue los controles médicos. Es muy importante que no te saltes las revisiones, no sólo al principio, sino incluso aunque hayan pasado unos años.
- Haz los ejercicios de prevención o tratamiento de la hinchazón del brazo, pecho o axila por linfedema.
- Comparte tus preocupaciones y miedos con todos aquellos que están más cerca de ti.
- Continúa con tu vida. No dejes que la enfermedad se convierta en el centro de tu vida. Si no hay razones médicas que indiquen lo contrario, te sugerimos que continúes haciendo todo lo que antes acostumbrabas a hacer o lo que hayas decidido hacer en tu vida de acuerdo con tus nuevas prioridades.
- Consulta con tu médico cualquier síntoma nuevo o variación respecto a tu enfermedad.
Recuerda que es normal acudir a las revisiones con miedo y preocupación. Es probable que a medida que pase el tiempo y vayas viendo que todo va bien, vayas sintiendo menos temor ante esta situación.